Hace unos días, el Director Provincial del MECD pedía a SATE-STEs un “voto de confianza” ante nuestra demanda de que se agilizara el proceso para la instalación de las aulas modulares que, provisionalmente y hasta la construcción del nuevo centro, permitieran reducir la ratios –aunque sólo sea en los grupos de tres años- y nuestro temor de que no estuvieran a punto para el comienzo del próximo curso.
Las declaraciones del Director Provincial en un diario local, más que propiciar tal voto de confianza no hacen sino acrecentar la inquietud de SATE-STEs sobre si algún día los docentes de nuestra ciudad podrán desarrollar su trabajo en unas condiciones dignas y ajustadas a los requerimientos de la normativa vigente, es decir, legales.
Reconoce el Director Provincial lo que SATE-STEs viene denunciando –y a la vista de los acontecimientos no con la reiteración suficiente- que los plazos para la instalación de las nuevas aulas modulares están ya muy ajustados y que no descarta que no puedan estar a tiempo e, incluso, que no se instalen. Con todo lo dicho y repetido a bombo y platillo al respecto durante los últimos meses, nos viene a la mente aquello de para este viaje…
Pero reconocido lo que para tantos resultaba evidente desde hace tiempo, el Director Provincial nos tranquiliza anunciando que tiene un plan B, un plan del que nada dice pero sobre el que asegura que el curso que viene habrá nuevas aulas sí o sí porque son espacios prácticamente lisos para albergar clases. ¡Cuántas veces he dicho SATE-STEs que la ciudad dispone de alternativas para que, en lugar de cuatro, hubiera 8 aulas nuevas! Una vez más, el tiempo nos da la razón.
Por otra parte, en esas mismas declaraciones, el Director Provincial hace referencia a la situación en que se encuentra la construcción del IES de Jardín de Valenciano, la paralización de las obras y la demanda por parte de la empresa de más vil metal. Aunque el problema vaya más allá de la responsabilidad del Director Provincial, el hecho es que estamos ante un nuevo –el enésimo- episodio intranquilizador respecto a la posibilidad de que los docentes de Melilla veamos la ratios reducidas, bien sea por un sistema de licitación ineficaz que permite las alegres bajas temerarias bien sea porque el Ministerio es una vez más tan naif –por ser bien pensados y nada suspicaces- como para contratar nuevamente a una empresa que en otras ocasiones lo ha dejado en la estacada.
Además, el Director Provincial nos anuncia que el centro de Gabriel de Morales está a la espera de la demolición de los antiguos edificios del espacio que ocupará. Lejos quedan aquellos anuncios de que el primer ladrillo estaría para principios de este año, y luego será que hay que urbanizar la zona o hacer tal o cual adaptación. Y entramos nuevamente en la dinámica de partidas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado que año tras año no se ejecutan pero que permiten vender humo y motos a la ciudadanía.
Mientras tanto, y con estas inquietantes noticias y los antecedentes vividos con la construcción de otros centros aún por inaugurar, la única certeza que tenemos los docentes de Melilla es que, pese a las muchas promesas el curso que viene, y muchos cursos más, seguirán trabajando en unas condiciones indignas, con ratios ilegales y prestando servicios que van más allá del cumplimiento del deber. Y hoy, 21 de mayo, los maestros y maestras de grupos de 3 años ya ni siquiera se pueden aferrar con seguridad a esa esperanza mínima de tener el próximo curso ¡1 alumno menos! en sus grupos.
El Director Provincial no nos pide un voto de confianza, nos exige un acto de fe.
El Secretariado de SATE-STEs
Melilla, 21 de mayo de 2017
Comunicado en PDF Centros y nuevos espacios, un acto de fe 21-5-17 (1)